Y yo sin saber donde estaba esa noche; Fue real mi estar en el sueño de una persona que me recordaba. Y al despertar, palabras que se desvanecen en un abrir de ojos, al cansancio de la vida conciente, todo fue lo opuesto a ese nunca ser mas que ello, que tanto se afirma. Me soñó en un mañana posible. Lejos. Porque a su lado, sus manos solo pueden sostener las hojas de un dia legible, esas líneas que dicen... en el segundo cajón están los cubiertos y los vasos en la alacena y detrás de la puerta, otra puerta y detrás de ella, las calles que te llevan y que, siempre están ahí para ser cruzadas.... ¿Algo deja de existir por pender de otra mirada?. ¿Acaso ver a los otros no es descubrirnos en ellos?. Y yo sin saber donde estaba esa noche. Como obsequio involuntario, vértigo de la afirmación necesaria, le otorgue la claridad de una fugaz confusión. Despertó aferrada a sus nunca vacilaciones, en un naufragio, donde ni el agua logra mojarla. Hay un futuro en ello, al final de algo, que luego es otra cosa en relación a lo pensado, pero eso no inquieta. Hay un convencimiento que le da un aparente realismo a su naturalidad, cuan diferente seria la vida y el mundo, pero ello no impide que se diga a si misma, es esto lo que quiero y es así, es esto lo que siento....